Migroma

La idea de un proyecto escultórico que termina irrumpiendo en el espacio público, como fue lo que motivó a Pineda a volver 10 años después, al punto donde empezó a trabajar con migrantes que fue su pueblo originario en la región del Istmo, en Oaxaca, y lograr ahora no sólo capturar este Migroma Humano como lo describe el Padre Alejandro Solalinde (del cual tomó el título del proyecto) sino lograr que las personas Migrantes en su condición actual de tránsito vivieran la experiencia del proceso creativo como ejercicio real de sensibilización, contención, liberación y/o denuncia para lo cual se valió de siluetas de personas migrantes que había dibujado años atrás en su serie “El Caminante” y que retomó ahora como siluetas escultóricas sobre madera de bálsamo. El flujo de migrantes y las rutas cambiaron por lo que el proyecto se produjo en distintos tiempos, pasaron 7 meses para poder intervenir 30 piezas que finalmente formaron las 30 esculturas del proyecto realizada a tamaño real (180 x 60 cm ) En las que participaron personas migrantes de Guatemala, Honduras, El Salvador y distintas comunidades como las garífunas.